Toxoplasma gondii, también conocido únicamente como Toxoplasma, es un protozoo intracelular que pertenece al phylum Apicomplexa, y él es el agente principal de la toxoplasmosis. Se trata de un parásito con una unión intracelular, su ciclo incluye un parásito asexual que es capaz de producirse en animales con sangre caliente, quienes reciben el nombre de hospederos intermediarios, generalmente en gatos. La toxoplasmosis en el embarazo puede tener graves problemas para el feto.
También se puede reproducir de manera sexual, esto se lleva a cabo en el epitelio digestivo del gato, el felino elimina los huevos del Toxoplasma a través de sus heces, sin embargo no son infecciosos luego de su emisión. Después de 1 a 5 días se presenta una esporulación por lo que llegan a ser una fuente potencial de infección para los huéspedes intermediarios quienes los pueden ingerir por la ingestión.
Una vez que los quistes del Toxoplasma son ingeridos, experimentan una ruptura en el tracto digestivo y los parásitos se liberan, comienzan a invadir las células y su multiplicación se lleva a cabo con gran velocidad, la respuesta inmune del huésped limitará la propagación de los parásitos, sin embargo se quedan presentes de manera latente, enquistados en las células donde la respuesta inmune ha sido más baja.
Los huevos del Toxoplasma se encuentran presentes en las plantas y en el suelo contaminados por las heces de los felinos, desde donde pueden llegar a los alimentos o el agua y más tarde ser ingeridos por los humanos. Es de mencionar que los quistes también son una fuente de contaminación ya que están presentes en la carne de varios animales cuya carne es comestible para los humanos, como las ovejas. Sin embargo en este caso los parásitos se pueden matar gracias a una adecuada cocción de la carne.
¿Cómo nos afecta?
En los seres humanos la enfermedad generada por el Toxoplasma recibe el nombre de toxoplasmosis, una infección que se destaca por ser más bien leve o asintomática. Las formas más graves de la toxoplasmosis en el embarazo se presentan en casos de infección congénita, así como en los pacientes que tienen un sistema inmunológico muy bajo, tal es el caso de los pacientes enfermos de SIDA.
La toxoplasmosis es endémica y en pocas ocasiones es considerada como epidemia, se tienen documentados veinte casos de toxoplasmosis en el embarazo, en la que se presentó como epidemia entre los años de 1965 y 2001.
Cuando se habla de una toxoplasmosis humana, no existe un riesgo de contaminación, salvo que se trate de la toxoplasmosis congénita. Podría suceder una contaminación accidente durante alguna prueba de laboratorio pero es casi inexistente.