De todas las madres es sabido que se ha de suplementarse durante toda la gestación con vitaminas como la vitamina B12 que ayuda en la correcta división y multiplicación celular y sobre todo suplementarse con ácido fólico. Lo que muchas futuras madres no saben es que los expertos recomiendan comenzar con los suplementos de ácido fólico al menos durante tres meses antes de la concepción.
Y mucha gente dirá que no estaba planificado y que si esto puede acarrear consecuencias en el bebé y la respuesta es NO. Se trata de recomendaciones de los expertos ya que se ha demostrado a través de estudios que el ácido fólico del cuerpo de la madre (habiéndose ingerido durante tres meses antes de la gestación) reduce, del mismo modo que lo hace durante la propia gestación, los riesgos de sufrir defectos del tubo neural (DTN).
No quiere decir, ni mucho menos, que el no tomarlas va a suponer problemas en tu bebé. Simplemente reduce las probabilidades en un alto porcentaje de que esto ocurra.
Qué son este tipo de defectos
Cuando hablamos de defectos del tubo neural, nos referimos a defectos del cerebro, la columna vertebral y la médula espinal y que son producidos en el feto durante las cuatro primeras semanas de gestación, lo que hace que si se toma desde antes de la concepción, el cuerpo de la madre tenga suficientes reservas de ácido fólico para reducir el riesgo.
El problema del DTN es que el ácido fólico no es la única fuente de que surja sino que hay otros factures importantes para que se produzca como que la madre sufra de diabetes y no se controle correctamente (de ahí la curva de azúcar que se realiza), que la madre sufra de obesidad o que tome algunos medicamentos.
Ácido fólico para planificaciones del embarazo
Como ya hemos comentado, muchas mujeres se quedan embarazadas sin haberlo planificado previamente, pero para las que sí que lo han hecho, los expertos recomiendan suplementarse con ácido fólico desde al menos tres meses antes de que se plantee quedarse embarazada.
La nutrición preconceptual de la madre tiene un papel muy importante en la fertilidad de ésta, así como en la salud del feto durante los primeros meses de gestación. Un embarazo planificado debe hacer que mejores tus hábitos alimenticios, así como unos hábitos sanos y saludables dejando el tabaco (en caso de ser fumadora) y olvidando el alcohol durante las etapas de preconcepción, embarazo y postparto mientras se continúa con la lactancia.