El suelo pélvico es una estructura esencial en la salud de la mujer, especialmente durante el embarazo y el posparto. Su correcto funcionamiento influye en la estabilidad del core, la prevención de disfunciones urinarias y anorrectales, así como en la calidad de vida general. Sin embargo, a pesar de su relevancia, sigue siendo un área poco explorada por muchas mujeres hasta que comienzan a experimentar síntomas. La matrona y el fisioterapeuta especializado juegan un papel fundamental en la educación, prevención y tratamiento de alteraciones del suelo pélvico, contribuyendo a un embarazo y un posparto más saludables, por eso te recomendamos acudir a tu matrona o a una clínica de fisioterapia.
La transformación del suelo pélvico en el embarazo
El embarazo genera una serie de cambios anatómicos y hormonales que afectan directamente al suelo pélvico. El aumento de peso del útero, la mayor laxitud de los tejidos por el efecto de hormonas como la relaxina y el incremento de la presión intraabdominal pueden provocar una debilitación de esta musculatura. En muchas mujeres, estos cambios pueden desencadenar síntomas como incontinencia urinaria, sensación de peso perineal o dolor pélvico.
El crecimiento del bebé dentro del útero supone un desafío para los músculos y ligamentos de la pelvis. A medida que el embarazo avanza, el suelo pélvico debe soportar una carga cada vez mayor, lo que puede derivar en disfunciones si la musculatura no tiene la capacidad de adaptarse adecuadamente. Este fenómeno explica por qué muchas mujeres experimentan síntomas como escapes de orina al toser o reír, molestias en la región perineal o incluso disfunción sexual.
Otro aspecto relevante es el impacto del parto en esta musculatura. Durante el expulsivo, el suelo pélvico se distiende de manera significativa para permitir la salida del bebé. Dependiendo de factores como el tipo de parto, la duración del expulsivo o la necesidad de intervenciones como episiotomía o fórceps, las estructuras pueden sufrir un mayor o menor grado de lesión. De ahí la importancia de fortalecer y preparar esta zona durante la gestación con el apoyo de profesionales capacitados.
El papel de la fisioterapia y la matrona en la prevención y recuperación
La prevención de disfunciones del suelo pélvico debería formar parte del cuidado integral de la mujer embarazada. A pesar de ello, muchas mujeres desconocen la existencia de técnicas específicas para fortalecer esta musculatura y prevenir alteraciones. La matrona y el fisioterapeuta especializado en suelo pélvico desempeñan un papel clave en la educación y el tratamiento preventivo y terapéutico.
El trabajo conjunto de estos profesionales permite evaluar el estado del suelo pélvico desde el inicio del embarazo, identificar factores de riesgo y diseñar estrategias individualizadas para mantener su funcionalidad. Uno de los enfoques más efectivos es la fisioterapia perineal, que incluye ejercicios de fortalecimiento y flexibilización, educación postural y técnicas de relajación para mejorar la conciencia corporal.
Los ejercicios de Kegel, ampliamente recomendados, pueden ayudar a tonificar la musculatura perineal, pero su ejecución debe ser supervisada por un profesional, ya que realizar contracciones inadecuadas puede generar efectos adversos. Además, el entrenamiento del suelo pélvico no se limita a la contracción, sino que también debe incluir la capacidad de relajación, especialmente en mujeres que presentan hipertonía, una condición que puede dificultar el parto y generar dolor pélvico crónico.
Otro abordaje importante es la masoterapia perineal, una técnica que mejora la elasticidad de los tejidos y reduce el riesgo de desgarros durante el parto. La matrona puede enseñar a la mujer cómo realizar el masaje perineal correctamente, así como otras estrategias para favorecer un parto menos traumático.
Más allá del embarazo, el seguimiento en el posparto es esencial. Muchas mujeres experimentan síntomas persistentes después del parto, como incontinencia urinaria, prolapsos o disfunción sexual, que pueden mejorar significativamente con una rehabilitación adecuada. La reeducación postural, el fortalecimiento progresivo del core y la terapia manual son algunas de las estrategias utilizadas para restablecer la función normal del suelo pélvico en el posparto.
A pesar de la creciente evidencia científica que respalda estos tratamientos, la derivación a especialistas en suelo pélvico aún no está completamente instaurada en todos los sistemas de salud. Es crucial que tanto las matronas como los fisioterapeutas trabajen en conjunto para sensibilizar a las mujeres sobre la importancia del cuidado del suelo pélvico y fomentar la prevención de disfunciones que pueden afectar su calidad de vida a largo plazo.
En definitiva, el embarazo es una etapa en la que el suelo pélvico se enfrenta a una gran exigencia y su cuidado no debería ser opcional. Contar con la orientación de profesionales especializados no solo previene complicaciones, sino que también permite a las mujeres transitar esta etapa con mayor bienestar. La fisioterapia perineal y el acompañamiento de la matrona son herramientas clave para garantizar un embarazo y un posparto saludables, promoviendo la salud pélvica a lo largo de toda la vida.