Como hemos hablado en otras entradas, durante el embarazo, el cuerpo de la mujer sufre muchos cambios que incluso varían, dependiendo de si se trata del primer o segundo embarazo, ya que las adaptaciones del primero son mayores y en el segundo el cuerpo ya sabe a qué debe enfrentarse. Este tipo de cambios en el cuerpo de la mujer pueden tener algunas consecuencias que, en muchos casos desaparecen con el paso del tiempo. Dar a luz a un bebé puede traer consecuencias para la madre y una de las que más se suceden es la incontinencia urinaria provocado, principalmente por un suelo pélvico dañado.
Se estima que en torno a un 50% de las mujeres de mediana edad tiene problemas de incontinencia urinaria provocados por problemas con el suelo pélvico después de dar a luz. Estos problemas no tienen porqué ser causados por un parto traumático sino que se pueden dar tras una cesárea sin haber intentado siquiera un parto natural y sin haber forzado el suelo pélvico con los pujos. El mero hecho de tener un bebé dentro de ti hace que ese suelo pélvico sufra y pueda acarrear problemas en la mujer por lo que se recomienda encarecidamente realizar ejercicios de suelo pélvico durante y después del embarazo. Los músculos del periné o perineo deben soportar durante 9 meses un peso extra que, unido a la hormona de la relaxina que segrega el cuerpo de la mujer para facilitar los movimientos de la pelvis necesarios para la expulsión del feto.
Si tu matrona no te lo ha recomendado durante las visitas o las clases de preparación al parto, te recomendamos que te informes sobre ello ya que se convierte en una tarea que, de realizarse de forma correcta, puede evitarte tener problemas de incontinencia durante el resto de tu vida.
¿Qué es la incontinencia urinaria?
Hemos comenzado a hablar de este problema que poseen muchas mujeres, pero se trata de un problema que también afecta a los hombres. La incontinencia urinaria es la pérdida de orina en situaciones en las que nuestro suelo pélvico debiera ser capaz de retenerlo con su fuerza. La incontinencia la podemos dividir en diferentes orígenes de la situación de la pérdida de orina.
Pueden ser pérdidas por esfuerzo, cuando se realizan acciones que requieren un esfuerzo extra de los músculos del perineo, Esas acciones son acciones cotidianas como “reir”, “estornudar”, “toser” o también se pueden producir por la realización de deportes de impacto sobre el suelo pélvico (correr, montar a caballo…) o incluso, en casos graves, por el simple hecho de caminar.
Otro origen del problema puede ser el de pérdidas por urgencia. No se tiene la capacidad real de saber cuando la vejiga está llena y en el momento en el que se notan ls síntomas, es demasiado tarde y normalmente, suele haber pérdidas antes de llegar al urinario más cercano.
Las pérdidas por desbordamiento se producen porque, al vaciar la vejiga, ésta no se vacía entera al no ser capaces los músculos del perineo de contraerse de forma completa por lo que suelen acarrear pérdidas pequeñas y constantes de orina.
Se puede dar el caso de tener un mix de varias de las causas de la incontinencia urinaria. Los días posteriores al parto, es normal que se den todas las causas de la incontinencia, pero no te preocupes ya, con el paso de los días, nuestro suelo pélvico coge algo de fuerza para evitar gran parte de los problemas (pero puede que no todos)….
Fortalecer el suelo pélvico
Los problemas de incontinencia de orina provocados por un embarazo pueden reducirse considerablemente si se realizan, de forma constante, ejercicios de fortalecimiento del suelo pélvico. La forma más sencilla de fortalecer estos músculos es a través de gimnasia hipopresiva de los abdominales y en casos extremos tendremos que utilizar otros métodos como la electro-estimulación o la masoterapia.
Existen varias técnicas y tratamientos para fortalecer los músculos de esta zona, por ejemplo, la gimnasia abdominal hipopresiva, electro-estimulación, masoterapia y cinsiterapia, pero uno de los tratamientos más recomendados es la realización de los ejercicios de Kegel, ya que el paciente puede realizarlos en su domicilio o incluso mientras trabaja.
Los ejercicios de suelo pélvico más extendidos son los ejercicios de Kegel, que consisten en contraer los músculos del perineo. Estos ejercicios requieren práctica ya que son músculos que cuestan identificar, pero podemos comenzar a notarlos si cada vez que vas a hacer pis, tratas de cortar el proceso.