Comer embutido durante el embarazo

embutido en el embarazo

Durante el embarazo, es normal que las mujeres se preocupen por su alimentación y se pregunten qué alimentos son seguros para consumir. Una de las preguntas más comunes es si es seguro comer embutidos durante el embarazo ya que estos son alimentos procesados que se elaboran a partir de carne cruda picada y otros ingredientes, como especias, sal, conservantes y aditivos. Algunos ejemplos de embutidos son el jamón, el chorizo, el salchichón y el pepperoni.

En general, se considera que los embutidos no son seguros para consumir durante el embarazo y, por tanto, se desaconseja su ingesta durante el periodo de embarazo. A continuación, se especifican algunos riesgos asociados al consumo de embutidos durante el embarazo.

Uno de los riesgos más importantes asociados al consumo de embutidos durante el embarazo es la posibilidad de contraer una infección por la bacteria Listeria monocytogenes. Esta bacteria puede causar una enfermedad llamada listeriosis, que puede ser grave para el feto y la madre.

La Listeria se encuentra en muchos alimentos, incluyendo algunos embutidos, por lo que es importante tomar precauciones al consumir estos alimentos durante el embarazo.

Otro riesgo asociado al consumo de embutidos durante el embarazo es el alto contenido de sodio y grasas saturadas. Estos nutrientes en exceso pueden aumentar el riesgo de desarrollar presión arterial alta y otros problemas de salud en la madre y el feto.

¿Qué hago si necesito tomar embutido?

Esta pregunta puede parecer atípica, pero me la he encontrado infinidad de veces durante mis entrevistas con las embarazadas y es que hay muchas personas que llevan muy mal el hecho de no poder tomar embutido, sobre todo jamón.

Hay una posibilidad que excluye los riesgos de la listeria, que es el principal problema para limitar o excluir el consumo de embutidos en mujeres embarazadas y es congelar el embutido a -22ºC duramente al menos 3 días para matarla o cocinarlo.

Por lo tanto, es importante moderar el consumo de embutidos durante el embarazo y optar por opciones más saludables, como carnes magras y pescado fresco, que estén bien cocinadas para evitar que que la bacteria, en el caso en el que se encuentre en la carne, muera y no tenga consecuencias.

En conclusión, el consumo de embutidos durante el embarazo puede ser seguro si se toman ciertas precauciones y se consume con moderación. Es importante recordar que la seguridad alimentaria durante el embarazo es esencial para proteger tanto a la madre como al feto. Por ello, siempre es recomendable consultar con un profesional de la salud para obtener recomendaciones personalizadas sobre la alimentación durante el embarazo.

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